
Cuando hablamos de armar un currículum, es común pensar primero en la experiencia laboral, en los estudios o en los proyectos realizados. Pero hay un apartado que, aunque muchos pasan por alto o llenan de forma rápida, es uno de los más poderosos para destacar entre un mar de postulantes: las habilidades o "skills".
Si alguna vez te has preguntado por qué tantas personas le dan importancia a esta sección, la respuesta es sencilla: las habilidades son, muchas veces, el primer filtro que utilizan los reclutadores, clientes o socios potenciales para decidir si profundizan en tu perfil o pasan al siguiente.
Hoy te quiero explicar a fondo qué son estas habilidades, por qué son tan importantes y cómo incluirlas de manera estratégica en tu CV, sin caer en errores comunes.
¿Qué son realmente las habilidades en un currículum?
Cuando hablamos de habilidades en tu hoja de vida, nos referimos a los conocimientos, capacidades y competencias que has adquirido a lo largo de tu vida profesional y personal, y que te permiten ejecutar tareas de manera eficiente.
Pero no todas las habilidades son iguales ni tienen el mismo impacto en cada contexto. Por eso, es clave que sepas diferenciarlas para utilizarlas a tu favor. Estas se dividen, principalmente, en dos grandes categorías:
1. Habilidades duras (hard skills)
Son aquellas habilidades técnicas y específicas que se pueden medir o demostrar de forma objetiva. Generalmente, estas competencias se adquieren a través de estudios, cursos, certificaciones o experiencia directa.
Ejemplos de habilidades duras:
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Manejo de software: “Photoshop”, “Illustrator”, “AutoCAD”.
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Programación: “JavaScript”, “Python”, “SQL”.
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Gestión de herramientas: “Trello”, “Airtable”, “Notion”.
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Idiomas: “Inglés intermedio”, “Francés avanzado”.
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Certificaciones: “Scrum Master certificado”, “Google Analytics certificado”.
Estas habilidades son las que indican lo que sabes hacer técnicamente, y suelen ser un requisito mínimo en la mayoría de las ofertas de trabajo.
2. Habilidades blandas (soft skills)
Aquí entramos en el terreno de las habilidades personales e interpersonales, aquellas que determinan cómo te relacionas con los demás, cómo resuelves problemas o cómo gestionas tu tiempo y emociones.
Son más difíciles de medir, pero no por eso menos importantes. De hecho, en algunos sectores o posiciones son incluso más valoradas que las habilidades técnicas.
Ejemplos de habilidades blandas:
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Comunicación efectiva
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Trabajo en equipo
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Resolución de conflictos
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Adaptabilidad al cambio
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Creatividad
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Liderazgo
En un entorno cada vez más colaborativo y cambiante, saber combinar lo técnico con lo humano se ha vuelto un diferenciador esencial.
¿Por qué es tan importante esta sección en tu CV?
Hoy en día, los reclutadores reciben cientos de currículums para un mismo puesto y, muchas veces, solo dedican unos segundos para hacer un primer filtro. Y sí, en esos segundos lo que más pesa es la sección de habilidades.
Veamos por qué:
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Permite un escaneo rápido: Las habilidades funcionan como palabras clave que, de un vistazo, permiten al reclutador saber si tienes lo necesario para el cargo.
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Diferencian tu perfil del resto: Dos personas pueden haber trabajado en la misma área o incluso en la misma empresa, pero sus habilidades pueden ser completamente distintas. Aquí es donde tú puedes destacar.
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Demuestran tu valor agregado: Tener una combinación de habilidades duras y blandas dice mucho de tu capacidad para adaptarte a diferentes situaciones y equipos de trabajo.
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Ayudan a posicionarte para roles más estratégicos: A medida que sumas experiencia y habilidades blandas sólidas (liderazgo, gestión del cambio, negociación), te vuelves un perfil atractivo para cargos con mayor responsabilidad.
¿Qué habilidades deberías incluir según tu perfil?
No existe una única lista de habilidades universal. Todo dependerá de tu perfil profesional, de la etapa en la que te encuentres y del tipo de trabajo o proyecto que estés buscando.
Aquí te dejo algunas ideas:
Para estudiantes o recién graduados:
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Manejo de Excel
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Redacción académica o investigación
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Organización del tiempo y gestión de tareas
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Idiomas adicionales (nivel básico/intermedio)
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Presentaciones efectivas
Para freelancers:
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Gestión de clientes y comunicación
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Herramientas digitales como Notion, Airtable o Trello
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Diseño UX/UI o redacción SEO (según tu especialidad)
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Negociación de presupuestos y contratos
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Autogestión y disciplina
Para emprendedores:
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Liderazgo de equipos
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Planificación estratégica
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Toma de decisiones bajo presión
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Marketing digital y ventas
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Innovación y resolución de problemas
Para profesionales técnicos:
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Dominio de lenguajes de programación específicos (JavaScript, Python, etc.)
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Análisis de datos con herramientas como Power BI o Tableau
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Automatización de procesos
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Certificaciones en cloud computing, ciberseguridad o metodologías ágiles
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Desarrollo de soluciones a medida según el cliente o proyecto
¿Cómo incluirlas de manera efectiva?
Este es uno de los puntos clave. No se trata de llenar la sección de habilidades con todo lo que sabes hacer, sino de curarla según el contexto.
Algunas recomendaciones prácticas:
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Personaliza según la vacante o cliente: No es lo mismo postularte para un cargo en diseño que para uno en gestión de proyectos. Ajusta tus habilidades en función del tipo de perfil que buscan.
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Sé específico: Evita generalidades. No pongas “manejo de redes sociales”, di “Gestión de campañas en Instagram Ads y Meta Business Suite”.
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Incluye tus certificaciones: Si tienes una certificación, aunque sea online, agrégala. Da un plus de profesionalismo.
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Combina habilidades técnicas y personales: No solo pongas software y herramientas. Muestra también tu capacidad para trabajar en equipo o resolver problemas. Esto genera un perfil más completo.
Errores comunes que debes evitar
Hay fallas que veo seguido cuando las personas llenan esta sección. Aquí te comparto las más frecuentes:
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Incluir habilidades que no tienen relación con el cargo: Por ejemplo, si aplicas a un puesto en finanzas, no pongas que sabes hacer “producción musical” (aunque sea verdad).
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Exagerar o inflar tu perfil: Si dices que tienes “inglés fluido”, asegúrate de que puedes sostener una reunión técnica sin problema. Lo mismo aplica con conocimientos de software.
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No actualizar tu CV: Si en los últimos meses aprendiste nuevas herramientas o hiciste un curso relevante, actualízalo. Un currículum desactualizado puede hacerte perder oportunidades.
¿Dónde ubicarlas dentro de tu CV?
Hay dos formas efectivas de mostrarlas:
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En una sección destacada: Justo después de tu resumen profesional o antes de la experiencia laboral. Ideal si quieres que se vean rápido.
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Integradas dentro de tus logros o experiencia:
Por ejemplo: “Lideré un proyecto de e-commerce (Habilidades aplicadas: Shopify, gestión de equipos remotos, optimización de procesos con Airtable)”.
¿Por qué es tu "puerta de entrada" a nuevas oportunidades?
Las habilidades son mucho más que una lista. Son la manera en que proyectas tu valor y tu capacidad para resolver problemas reales en un contexto laboral.
Una buena combinación de habilidades te puede ayudar a:
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Ganar confianza de potenciales clientes o empleadores.
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Generar una primera impresión sólida y profesional.
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Aumentar tus posibilidades de ser contactado para entrevistas o proyectos.
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Conectarte con personas que buscan justo lo que tú sabes hacer.
Dedicar tiempo a construir y actualizar esta sección de tu currículum no es opcional. Es una de las herramientas más potentes para abrirte camino en cualquier etapa profesional, ya sea que estés iniciando, pivotando de carrera o buscando nuevos retos como freelance o emprendedor.
Así que tómate el tiempo para revisarla, pulirla y adaptarla según tus objetivos. Recuerda: tu currículum es tu carta de presentación, pero las habilidades son el mensaje que debe quedarse en la mente de quien lo lea.
Tu perfil en Comunidad Threads tiene una sección para que puedas escribir tus skills y muestres un perfil más profesional, aprovéchalo.
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